CAMPUS ANTONIO DÍAZ-MIGUEL

¿QUÉ SIGNIFICA EL CAMPUS ANTONIO DÍAZ-MIGUEL?

Hay historias que generan una idea, y hay ideas que generan una historia; UNA PRECIOSA HISTORIA.

El deporte nos deja lugar para ese espacio donde los sentimientos y los deseos se unen para sacar lo mejor de las personas. Y sin duda las mejores personas, son los jóvenes, puros, radiantes, vitales y si se les crea el entorno adecuado, nos regalan su mejor versión año tras año. Y de eso, se alimenta el campus de Antonio.

Porque ÉL (Antonio Díaz-Miguel), nos marcó el camino a unos veinteañeros, en los 90’S. Antonio Díaz-Miguel nos enseñó que ninguna Olimpiada es más importante que un campus de verano; ningún entrenamiento de 1×0, más importante que el 5×5 antes de jugar contra Michael Jordan; ningún partido se compite más, que el de las 18.30 en el cemento y al sol en nuestra preciosa pista central de Mondariz.

A ese espíritu, con Eva Latorre, Pepiño Casal y Fernando Romay, como custodios de ese inmenso patrimonio, se sumó la idea del campamento de verano de Mondariz. Una idea que se recogió del colegio Cemar y la familia Marcote, en un tiempo donde mandar a 100 niñas de 12 o 13 años a dormir fuera de casa era casi ciencia ficción.

El mejor baloncesto cada verano en el Campus Antonio Díaz-Miguel

Y LA IDEA SE HIZO HISTORIA.

Todos y cada uno de los profesionales que fueron pasando por el campus, venían a mejorar lo bueno, a hacer especial  lo normal, a hacer inolvidable lo corriente y a hacer único lo habitual.

Cada noche en  Mondariz, cada velada  se convierte en “furor y terror”; cada bus y cada excursión, en una fiesta; cada momento de piscina, en una sonrisa, y cada madrugada y cada “neceser”, en un arsenal militar,…

Mondariz nos trajo verbos olvidados un poco diferentes: Abrazar, Bailar, Reír,Cantar, Gritar, Jugar, Querer, Llorar, Hablar,… y antes de esta fantástica etapa, mucha, pero que mucha Igualdad; de la de verdad.

ESTA MEZCLA SE CONVIRTIÓ EN HISTORIA; la historia de miles de chicos que en estos años nos han regalado lo mejor de sus pequeñas vidas, un pedacito de sus corazones, en un sitio donde el respeto es  Ley, el esfuerzo innegociable, el compañerismo religión y la competición tradición.

Y…la historia, la hizo el BALONCESTO. Baloncesto por encima de todo. Una generación de entrenadores que hemos conseguido que nuestra pasión por el deporte y por la formación se convirtiese en profesión; que los mejores coaches, por dentro y por fuera, quisiesen pertenecer a esta “SECTA DE LOCOS POR EL BALONCESTO”, donde dormir mucho es pecado y vivir pendiente del móvil fuera de la burbuja tiene multa.

En el Campus Antonio Díaz-Miguel disfrutamos cada veranos de las mejores actividades al aire libre

De esta manera, 25 años, donde cada año renovamos votos, con menos pelo…, pero con más experiencia, para cumplir con la máxima: “Ustedes no están aquí para participar en un campus, señores; ustedes están aquí para hacer  EL CAMPUS”.

Cristino Menor Parra.

PD: gracias por uno de los mejores regalos de mi vida, que hoy también es un regalo que comparto con mis hijas. SIEMPRE, GRACIAS.